El primer día de campamento, se pide a los participantes que cada uno de ellos escriba en un papel su nombre y alguna característica personal (como cosas que le gustan, su comida favorita, etc.)
Una vez que todos los participantes hayan escrito su nombre se ponen todos los papeles en una cajita o algo similar y se mezclan todos los papeles. Luego cada persona saca un papel a la suerte, sin mostrarlo a nadie; el nombre que esté escrito corresponde al que va a ser su “amigo/a secreto”.
Una vez que todos tengan a su amigo/a secreto, se explica que durante el tiempo que vamos a trabajar juntos/as debemos comunicarnos con el amigos/a secreto a través de notas. Se dejará un espacio cada día para poder escribir al amigo/a secreto/a, siempre diciendo cosas buenas de la persona.
Esto implica que vamos a observar a nuestro amigo/a secreto y todos los días debemos comunicarnos con él/ella (por lo menos una vez) enviándole alguna carta o algún obsequio (lo que la imaginación de cada cual le sugiera).
Para hacer llegar nuestro mensaje al amigo secreto, lo podemos dejar en un buzón, o enviar a través de otro compañero del taller, o lo podemos colocar en algún sitio especifico en que sepamos que el compañero lo va a encontrar; nadie debe delatar quien es el amigo/a secreto, y todos los mensajes deben ser positivos.