Esta actividad puede llevarse a cabo en casa, en periodos de confinamiento, , o de forma grupal en un Centro juvenil, respetando todas las medidas de seguridad frente al COVID-19.
Cada jugador elige el sonido de un animal diferente, y hay que aprenderse los animales de los compañeros. Una vez que todos tienen su animal, se repartirán las cartas una por una boca arriba, todos deben estar muy atentos porque cuando dos jugadores tengan naipes iguales –dos sotas, dos sietes o dos ases– cada uno de ellos tendrá que hacer el ruido del contrario.
El que lo haga antes le quita una ficha al otro. Ganará el que más fichas obtenga cuando se hayan repartido todas las cartas. Este juego es más divertido cuantas más personas participen.