El director del juego traza en el suelo una línea sinuosa de unos seis o siete metros de longitud. Un jugador tiene que recorrer la línea en toda su longitud, pero no puede mirar el camino directamente sino que tiene que guiarse por medio de un espejo que sostendrá con los brazos extendidos sobre la cabeza. Los jugadores tienen que ir exactamente sobre la línea.