En un espacio amplio, se deben colocar todos los chicos y chicas con una distancia de dos metros de seguridad entre unos y otros. El juego consiste fundamentalmente en que los participantes tienen que ordenarse por edades y sin hablar. Se colocarán todos/as en fila adquiriendo un compromiso de no hablar mientras dure el juego, sólo pueden hacer señas. El objetivo del grupo es ordenarse por fechas de nacimiento por orden descendente, de mayor a menor, pero sin hablar. El juego estará superado cuando el grupo esté ordenado. Al final se contrasta el orden conseguido sin hablar, con las fechas reales que cada cual nos cuente. Si hay muchos participantes, se pueden hacer grupos y que compitan entre sí.
Se realizan diversos comentarios finales sobre las dificultades que han tenido y sobre cómo se han sentido sin poder hablar.