Realizaremos una versión del pilla-pilla tradicional, pero esta vez sin tocarnos, sino pisando la sombra de los otros/as.
Como es complicado saber a ciencia cierta si la pillada es correcta y no nos podemos tocar, los/as animadores/as jugarán el papel de árbitros, estando cerca de los que pillan para observar.
Si lo deseamos podemos complicarlo con la posibilidad de tener un espacio como “casa” donde no se puede pillar o bien con un gesto que, si lo hace, el que escapa queda quieto y no se le puede pillar pero, si quiere volver a correr, necesita que otro de sus compañeros, que no sea el que pilla, pise su sombra para que siga.