Cada jugador ata un corcho al extremo de un hilo o cuerda fina y se lo sujeta a la cintura de tal modo que le cuelgue por detrás a la altura de las rodillas, o un poco más arriba. Se colocan en el suelo tantas velas y tantas tazas con agua como jugadores haya. Las velas separadas unos metros de las tazas. A una señal los jugadores tienen que ir a su taza a mojar el corcho y a continuación tratar de apagar su vela con el corcho mojado. No se puede usar las manos, sino simplemente agacharse y tapar o golpear la vela con el corcho.
El animador distinguirá el trayecto y los materiales de cada cual, y hará una prueba para que vean como hacerlo.
Se pueden incluir variantes, haciendo el juego con imanes y chapas, o teniendo que encestar el lápiz atado al final de la cuerda en un vaso, etc.