Los jugadores/as se colocan de pie formando un círculo, guardando los dos metros de distancia de seguridad, menos uno que se queda en el centro con una pelota en la mano.
Posteriormente el que se encuentra en el centro le tira la pelota a uno de los que se encuentran alrededor de él, por lo que el grupo deberá decir al unísono cual es el nombre del que tiene el balón.
Si el grupo no conoce el nombre del miembro que posee el balón, éste tendrá que castigar al grupo de alguna manera: (andar en círculo, sentarse en el suelo, andar a cuatro patas, etc.) y decirle al grupo cuál es su nombre.
Posteriormente se reanuda el juego colocándose otro miembro del grupo en el centro.