En la primera jornada del campamento, se le da a cada participante una libreta con el nombre de uno de los compañeros o compañeras del campamento. Se les pide que, de manera secreta, intenten reunir toda la información posible acerca de esa persona la cual ellos desconocían hasta llegar al campamento.
Al final del campamento, forman un corro respetando los dos metros de distanciamiento y cada uno conserva la libreta donde ha escrito toda la información obtenida de la persona que han tenido que espiar durante las jornadas anteriores.
En una pizarra o papel continuo se dibuja una tabla que deberán completar mediante consenso grupal.
En ella, aparecerá un listado con los nombres de cada participante. Primero, se le pregunta a cada uno quién cree que le ha espiado. Después, siguiendo la lista, deberán ir aportando una serie de información y datos de esa persona (excepto el espía).
Por último, cada uno deberá leer la información obtenida (nunca detalles comprometidos) e iremos comprobando si han conseguido obtener más información que el resto de compañeros y compañeras ignora.
Al final, comprobaremos si la tabla estaba bien completada y quién ha sido la persona que más información ha obtenido.
También comprobaremos quiénes han sido los espías más discretos.
Una variante consiste en nombrar “amigo invisible” al espía y que tenga no sólo que conocer mejor a la persona que le ha tocado por suerte sino también tener detalles de cuidado y ayuda sin que el otro sospeche que es su amigo invisible.