Sentados en círculo, con una distancia de 2 metros de separación, el animador/a les cuenta a los chicos y chicas que les va a pasar una caja con la cosa más bonita que le ha sucedido en todo el campamento. Cada uno de los participantes tiene que mirar individualmente, lo que hay en el interior de la caja, pero no puede decir a sus compañeros/as lo que hay. Dentro de la caja encontrarán un espejo, en el que podrán verse reflejados ellos mismos.
Es una dinámica perfecta para realizar el último día de campamento. Después cada uno puede explicar, al final y de uno en uno, al resto del grupo lo que más le ha gustado de la experiencia del campamento.