Una mitad del grupo serán los que harán de invidentes y la otra serán los que harán de lazarillos/as.
A los que hacen de lazarillos, se les asignará una persona (sin que ésta lo sepa) y cada uno de ello/as se colocarán en un punto distinto del espacio que estemos usando y a bastante distancia de los que harán de invidentes. Desde este punto, llamarán a la persona invidente por su nombre cada 7 segundos, esperando a que esta persona llegue hasta ello/as.
Los que hacen de invidentes saldrán desde el mismo punto y solo se podrán guiar por su sentido del oído al escuchar su nombre. Con que lleguen a dos metros a la redonda de su lazarillo bastará. Quien hace de lazarillo también tiene que evitar que su invidente se choque con otros, caiga etc.
Después cambiaremos los papeles, y del mismo modo a los que antes eran invidentes se les asignará una persona (sin que ésta) para que esta vez sean sus lazarillos/as.
Podemos acabar con una breve puesta en común de cómo nos hemos sentido en cada una de las ocasiones, como invidentes y como lazarillos.